Las frases memorables vuelven una semana más, con las acontecidas en el episodio especial de Los Hombres de Paco, titulado Héroes, número 100 de la serie. A continuación irán expuestas las frases cómicas más relevantes que ha dejado tras de sí este episodio, un episodio en donde el componente cómico no ha sido muy abundante, aunque sí que ha dejado tras de sí toques humorísticos más notorios que en el capítulo previo. La participación de Santiago Segura en este especial ha sido clave para ello, sin él, el componente cómico de este episodio sería prácticamente nulo, ya que ha sido un episodio en el que una vez más, se ha optado por los derroteros de la tensión, intriga y el drama, continuando con las bases establecidas en esta llamada Resurrección
En la sala principal de la comisaría tiene lugar la siguiente escena, entre Curtis, Kike y Nelson. Tenían puestos unos chalecos antibalas y estaban en peligro por la mafia, que les tenían entre una lista de objetivos a liquidar...
Curtis: Entonces, compañeros, nos recomiendan no utilizar nuestros coches particulares, no salir solos y evitar los sitios poco concurridos, (en ese momento llega Povedilla mientras lee un documento) ¿entendido?, el chaleco ligero obligatorio en todo momento, ¿estamos?
Nelson: Entendido. Oye, lo del chaleco, ¿es transpirable? A mí me da igual, pero... ya sabemos todos como transpira Kike, eh, a lo Camacho...
Kike: Anda, que te den, omao (dice, molesto por el comentario de Nelson, mientras este se ríe)
Nelson: A ver, a ver (mientras se pone una botella de agua debajo de la axila)
Povedilla: Oye, ¿y los que no estamos e-e-e-e-e-en la lista, qué, (mostrándole la lista a los allí presentes, girando el folio para tal propósito) no tenemos derecho a un... un (señala con la mano el chaleco de Curtis, que se ve ya que únicamente tiene puesta como prenda central una chaqueta) chaleco de esos?
Kike: ¿Y-y para qué quieres el chaleco?, si no corres peligro
Povedilla: Kike, hombre, por-por-por si es una errata, hombre, que-que-que yo he estado involucrado en los vertidos como el que más, bueno, yo-yo, yo me he dado un bañito en los vertidos, eh, ¿y-y-y si el que ha elaborado la lista esta era (señalando la lista con la vista que tenía en su poder), eh, olvidadizo, eh, y-y-y si mañana salgo a comprar el pan y me-me-me...? (fue interrumpido por Rita, que les llamó mediante pequeños sonidos, mientras observaba a los policías junto con los que trabajaba; Curtis, Kike, Nelson y Povedilla)
Rita: ¿Me queréis ayudar con un caso de acoso? (Rita sonrió, contenta, mientras miraba de reojo al sujeto que tenía detrás, que no era otro que Santiago Segura, un actor de gran reputación en el cine español)
Curtis, Rita, Kike, Nelson y Povedilla están junto a Santiago Segura, quien ha acudido a la comisaría de San Antonio, a denunciar un caso de acoso contra él, del cual los policías se encargan...
Santiago: Todo empezó hace unas semanas con unos SMS y unos mails..., luego me mandaron unas... cartas anónimas (Rita iba tomando apuntes de lo más relevante que Santiago Segura le iba diciendo), de esas que van con... con las letras de revistas recortadas. Y luego... me aparecieron unas pintadas en el buzón, pero es que esta mañana cuando me he levantado, esto es lo que me he encontrado (sacando un papel de su bolsillo de la camisa) pegado en el espejo del cuarto de baño (Santiago Segura le dio la nota a Rita, que era quien le estaba tomando declaración, y Nelson, que estaba a su lado, leyó la nota)
Nelson: ¿Si quieres vivir no hagas "Torrente 4"? Oye, ¿y de qué... de qué va, el Malaguita sale?
Curtis: ¿Conserva usted los mails (comenzando a hablar antes de que lo hiciera Santiago Segura, que iba a responderle a Nelson. Povedilla a su vez le llamó la atención a Nelson por hacerle aquella pregunta al actor, dándole un toque en el hombro con la mano) o las cartas a los que ha hecho referencia?
Santiago: No,no, yo me... me deshice de ellos, en un principio no pensaba que...
Rita: Perdone, ¿se ha fijado (interrumpiendo a Santiago Segura) usted si la cerradura la tenía forzada?
Santiago: No, no, la-la cerradura no estaba forzada. Además, mi perro Raby, que ladra siempre... (Curtis hizo un gesto con el dedo índice a Povedilla, levantándolo, en señal de que fuera hacia donde se encontraba él. Curtis se alejó de Santiago Segura hasta un punto en el que no podía prácticamente oír este último nada de lo que dijera en esa posición. Povedilla llegó adonde estaba Curtis)
Povedilla: Dime
Curtis: Que nos está haciendo la de Marujita Díaz
Povedilla: ¿Perdón?
Curtis: Cojones, ¿quién es Santiago Segura hoy en día, eh, quién coño es Santiago Segura? (observó a Santiago Segura y se quedó en estado dubitativo) ¿Le ves tú en la tele últimamente? ¿Le has visto haciendo anuncios de Puleva?, no, ¿por qué?, porque ese... lo que sea, vive en el puto ostracismo, era alguien y ya no es nadie, ¿y por qué está aquí?, pa darse bombo, subirse al candelero y promocionar su película, que no hay más cojones, así que ahora mismo a la puta calle... y a defender a la gente que de verdad tiene problemas como nosotros (le hizo un gesto a Povedilla extendiendo ambas manos como diciendo que aquello no tenía mayor complicación)
Povedilla: Un momento, vamos a ver (le dice a Curtis, reteniéndole, ya que estaba en disposición de marcharse), ven aquí, ven aquí. Ese señor es un ciudadano de a pie que ha venido a poner una denuncia y como tal nuestra obligación es investigarla. A tí, ¿qué pasa, eh, que-que se te han subido las-las amenazas a la cabeza, eh, o qué, o qué, o qué?, si no estás en una lista mafiosa a tí no te vale, ¿no?
Nelson: (se había apartado también un poco de la mesa donde Rita estaba atendiendo a Santiago Segura, situándose al lado de las escaleras centrales de la comisaría. Cogió su móvil y marcó el número de alguien. Habló con esa persona girado de espaldas tanto a Santiago Segura como a sus compañeros, visiblemente emocionado de la alegría) Que es- que es él, que lo tengo aquí delante. Que es Jose Luís Torrente, en persona. El brazo-el brazo tonto de la ley (echó unas risas mientras decía esto, ya que aún no se lo terminaba de creer del todo)
Curtis: Te voy a decir lo que a mí me vale. Vamos a conectar a ese espantapájaros ahora mismo al polígrafo y os voy a demostrar que se está riendo en nuestra puta cara. Eso es lo que a mí me vale y lo que vamos a hacer
Povedilla se encuentra hablando mediante teléfono móvil en la sala adyacente a la de interrogatorios, observando a Rita y Santiago Segura por el cristal, pero sin escucharles. Mientras, Rita y Santiago Segura, están en el interior de la sala de interrogatorios, sometiéndose este último a la prueba del polígrafo por orden de Curtis...
Povedilla: No, no,no,no,no,no,no, ma-madre, madre, no,no, tra-tra,no,no, son-son amenazas de muerte pero... pe-pero en plan simulacro, o sea, son inocuas...
Santiago: Yo... era un gran seguidor de la máquina de la verdad. Esto se lo he visto hacer mucho a... al padre Apeles. Vamos, que na más salir niquelao. (Rita le estaba colocando a Santiago Segura una especie de collar alrededor de la frente con unos detectores que servirían para empezar con la prueba del polígrafo) Por cierto, si quieres ponerme unas guirnaldas también, unas luces de navidad alrededor del cuello o algo para completar el cuadro..., eh (Rita se rió ante el último comentario de Santiago Segura)
Rita: Pero bueno, usted, usted le busca... le busca la gracia a todas las cosas, hay que ver
Santiago: Mm, que remedio (dice, mientras sonríe a Rita)
Rita: Ahora eso sí, una cosa sí le voy a decir así... entre usted y yo. Hizo usted un poquillo de daño al cuerpo nacional de policía con esas películas que hizo, eh
Santiago: Hombre, mujer, no me diga eso. Hicimos un poquillo de cachondeo, ¿pero daño?
Rita: Daño, daño tal cual, al menos así lo sentí yo. Levánteme los brazos
Povedilla: Si usted por casualidad pues se encuentra... Mmmmm... una rata muerta en el buzón, un...un palomo negro pues, simplemente que me lo haga... usted saber (decía todo esto a través del móvil por el que hablaba, a la otra persona que tenía al otro lado de la línea)
Rita: Pues que se habrá fijado usted, ¿no? (mientras le hablaba a Santiago Segura, le iba colocando un instrumento alrededor de la cintura) Que aquí la gente no venimos sucia a trabajar
Santiago: No, hombre, no
Rita: Ni venimos borrachicos a trabajar
Santiago: Eh, no,no
Rita: Y nadie se hace pajillas... en los coches patrulla
Santiago: Claro, claro (dándole la razón en todo a Rita)
Rita: Eso debe ser porque usted ha tenido algún trauma con la policía, o... a usted le fue mal en la mili, alguna cosa
Santiago: No, la mili no porque no-no la he hecho, tenía los pies planos. Y la policía no tengo ningún trauma, lo que pasa que si que es verdad que desde pequeñito siempre... me han dado un poco de miedo
Rita: ¿Pero usted me ve a mí... que doy miedo? (le dijo a Santiago Segura, mientras le sonreía tiernamente)
Santiago: No, hombre, usted en concreto no
Povedilla: Ma-madre, madre, madre, que... Que la quiero
Rita: Le estoy mirando a usted, ¿y sabe lo que tendría que hacer?
Santiago: No
Rita: Películas de amor
Santiago: Ja, películas de amor (quedándose extrañado ante este comentario de Rita, dado que aquella no era su especialidad ni era un tema que le atrajese fervientemente. Povedilla, por otro lado, colgó la llamada en curso, y activó el interruptor de la sala contígua a la de interrogatorios, para escuchar la conversación entre Rita y Santiago Segura...)
Rita: Porque usted habrá tenido alguna historia de amor, ¿no?
Santiago: Sí
Rita: Pues como yo. Yo me enamoré y me ha salido mal. Ya le tengo el título puesto y tó. La tonta del bote... que deja escapar al amor de su vida. La cosa fue que cuando tenía el pretendiente ahí a puntico de... (Santiago asintió, como entendiendo a lo que se refería Rita) de declaráseme, se presenta mi primica..., pa que hicieran..., es que sí, (se rió, pero se encontraba precisamente contenta en aquel momento mientras contaba eso) un poquillo de... berlinga, me entiende usted, ¿no? Besicos y cosas, estuvieron ahí varios días..., erre que erre
Santiago: Vaya... (sintiendo en el fondo el trago amargo que había tenido que pasar Rita con este asunto)
Rita: Pero ahora ya no están juntos, no, se ve que fue una... una fascinación fugaz, ¿sabe? Eso dice él. Hay que ser zangüanga, ¿verdad? Porque yo le quería. Pero le puse el muslo de mi prima..., y fíjese como estoy
Santiago: Bueno, yo... (en ese momento llegó Curtis a la sala adyacente a la de interrogatorios, donde Povedilla oía, trastornado, la conversación entre Santiago Segura y Rita. Cuando Curtis entró, Povedilla se mantuvo impasible, sin moverse un centímetro de donde estaba, y sin levantar la mirada, que la tenía caída. Curtis observó a través del cristal...) No quisiera parecer grosero y... me parece de verdad fascinante la historia del muslo de su prima y todo esto, pero... es que yo había venido aquí a hablar de lo de las amenazas (al oír el término "amenazas", Curtis entró ipsofacto a la sala de interrogatorios)
Curtis: Pues eso es a lo que vamos (dijo, tras entrar a la sala de interrogatorios y cerrar la puerta tras de sí)..., Marlon Brando, a eso vamos (y se sentó al otro lado de la mesa, preparado para empezar con la prueba del polígrafo...)
En la sala de interrogatorios, la prueba del polígrafo dio comienzo. Una serie de preguntas le empezaron a ser formuladas por Curtis a Santiago Segura, mientras Rita estaba presente, observando lo que ocurría entre el policía y el actor...
Curtis: ¿Redactó usted mismo las amenazas?
Santiago: Que no (al parecer esa pregunta se la habían hecho antes) Que me ha hecho usted la misma pregunta de tres maneras distintas
Rita: Curtis, una, una cosica. Es que estoy viendo yo ahí... que-que-que es que está saliendo con tiralíneas, yo creo que este señor está diciendo la verdad
Curtis: Rita, este señor es actor. Y me juego la vida a que está engañando a la máquina
Santiago: Nada, hombre, que si aquí el camarón no se da por vencido pues que me meta pentotal, (se dio pequeños golpes en el brazo, como señalándose una de sus múltiples venas de la zona) en vena, y así confieso pues quien es el asesino de Kennedy y le desvelo la ubicación secreta del... poblado de los pitufos
Curtis: Y tengo yo cara de reírme con sus chistes de pitufos, claro
Santiago: No, usted tiene cara de estar pagando conmigo que le hayan echado de los Yipsy Kings. Mire usted..., su sueldo sale de mis impuestos (se quitó uno de los aparatos del brazo que tenía para que le pudieran tomar el pulso para observar de una manera fehaciente sus reacciones, y poder contrastarlas con el polígrafo), así que de alguna manera soy su jefe. Bien, lo único que tiene que hacer es encontrar al hijo de puta que ha entrado en mi casa, porque es que mañana puede entrar en la suya y si tiene alguna paranoia con que no le ha gustado "Torrente"..., pues haber ido a ver una de Last Bontries (en aquel momento, llamaron a la puerta de la sala de interrogatorios, y fue Kike quien estaba al otro lado. Mediante señas, le dijo que saliera de la sala un momento, le tenía que enseñar algo. Ese algo era... la prensa, en la sala principal de la comisaría. Curtis observó a los periodistas desde la barandilla del piso superior de la comisaría, empujado por Kike, ya que Curtis estaba interrogando a Santiago Segura y no quería perder el tiempo, pero al ver a los periodistas se retractó de su inicial actitud)
Curtis: ¿Pero qué ostias es esto, Kike, qué ostias es esto, coño? (Decidió bajar por las escaleras de la comisaría, yendo hacia el nutrido grupo de periodistas que había alrededor de unos cuantos policías, que iban haciéndoles preguntas por doquier) Vamos a ver, señores, si somos tan amables de ir saliendo, esto es una comisaría... (fue interrumpido por una de las periodistas, que le plantó una pregunta delante suya, y no tenía sitio por allí por donde pasar el policía, puesto que aquello estaba abarrotado de periodistas)
Periodista: Agente, ¿es cierto que han detenido a Santiago Segura?
Después de ir a hablar con la prensa, y ordenarles que se marcharan de la comisaría civilizadamente, Curtis regresó a la sala de interrogatorios donde estaba Santiago Segura, seguido de Rita, que también se encarga del caso de acoso al que está sometido el actor...
Curtis: No se mueva, caballero, no se mueva, eh
Santiago: Pero si no me muevo, ¿qué coño le pasa ahora?
Curtis: ¿Que qué me pasa?, lo que yo me imaginaba, usted ha montado un puto circo en la comisaría, eso es lo que me pasa
Santiago: Si yo hubiera querido montar un circo le aseguro que hubiera contado con usted muchísimo antes
Curtis: Rita, ¿te he contado alguna vez lo que hacía yo el día que se murió mi padre? Pues hacerle una guardia al tal Dinio de los cojones, porque resulta que un tal Arlequín o no se quien ostias le amenazaba con darle con un ladrillo... y ahí estaba yo. Una puta mentira,(dio un fuerte golpe en la mesa con la mano) coño, todo una puta mentira, ¿sabe por qué lo hacían?, por salir en televisión
Santiago: ¿Pero qué cojones me está usted contando a mí de Arlequín?
Curtis: Se lo cuento porque usted se cree que la policía está para esto, ¿verdad?
Santiago: No (dice, sin saber a que se refiere Curtis)
Curtis: Porque su "Torrente" nos ha dejado a la altura del puto betún. Pero le voy a decir una última cosa. Míreme a la frente (señalándose la frente con el dedo índice) Aquí entre ceja y ceja tengo una diana, al igual que ella y que él y que otros muchos compañeros porque estamos en una lista de ejecutables de la camorra italiana. Así que Rita, si eres tan amable de acompañar al caballero a la puta calle... te agradecería que fuera por la puerta de servicio
Santiago: (se echó a reír, incapaz de creerse el trato que le estaban dando, y se levantó de la silla donde estaba sentado) Está usted pa que le encierren (dirigiéndose a Curtis. Acto seguido, Rita acompañó a Santiago Segura al exterior de la sala de interrogatorios...)
Por esta semana, esto es todo en las frases de corte cómico. Espero que hayan sido de su agrado. Las dramáticas irán expuestas a en próximos días, que, una semana más, son superiores a las cómicas, que a pesar de no haber sido muy numerosas, sí se han visto ligeramente incrementadas con respecto a lo visto en el capítulo 99, "Algo tan sencillo como hacerte feliz".
Necesitas ser usuario registrado de FormulaTV.com para comentar en este blog. Conéctate o haz clic aquí para registrarte