El palacio de Isabel, la casa de Michelle, la muralla.
Debo pedir a sus señorías un poco de indulgencia para poder llegar hasta el final del razonamiento:
Que somos todos los que pueden leer mis palabras o comprenderlas si las exponemos al viento? Seres humanos, aunque las acciones de los Hombres puedan a veces poner en duda la aseveración.
Como seres humanos nacemos desprotegidos, necesitamos de la ayuda de otros seres humanos para poder ir creciendo, también físicamente.
A partir de cierta edad (en mi caso, a los ocho años) comenzamos a darnos cuente de nuestro "yo" y por lo tanto, de los "tus" del resto de la sociedad. Hasta entonces confiamos en los criterios de quienes nos cuidan, muchas veces a regañadientes. A partir de ese momento ya somos conscientes de lo que aprendemos, aunque a veces no sepamos ir más allá, así como de las dificultades o facilidades de nuestro aprendizaje.
Es entonces cuando la casa de nuestra consciencia aquella que cuando gritas sólo escuchas tú se ve ayudada por la cuna donde hayas nacido.
La reina Isabel de Castilla incorporó a su equipaje mediatizado por la época (Iglesia y nobleza) un carácter fuerte e inteligente que sabía con sólo esos pilares el palacio de su vida estaba sobre terreno arcilloso y por ello incorporó al palacio las cadenas con otros "tus" más desfavorecidos que podrían sacarle del barro en muchas ocasiones.
Ya sean las casas de unos humildes agricultores, los palacios de unos exquisitos nobles o de la mismísima realeza, todos necesitan tener unas paredes, unas murallas, es decir, de ellas hacia fuera siempre alerta, de ellas hacia dentro tenemos nuestra "casa" aquel lugar donde podemos descansar de lo que los demás exigen de nosotros.
Ese "Palacio" en el que vivía Isabel, como era? Quien se acercase a ella que intenciones tendría? Seguramente estaría llena de dudas, también de firmeza, remordimientos, llantos, risas, deseos, miedos... todo aquello que nos hace humanos, independientemente de nuestro status. Habría diferencia cuando saliera de la "Muralla"? Me imagino que abismal.
Michelle, Isabel, seres humanos, mujeres, separadas por siglos, por caminos, por tradiciones, comparten esa "Muralla".
Es verdad que todos ponemos una muralla ante los demás, pero es diferente relacionarte persona a persona que persona a multitud de personas que es lo que muchas veces le pasa a Michelle y también a otras personas que levantan pasiones.
La diferencia con otras personas famosas es que en la casa de Michelle la ""Muralla" es imperceptible, la forma en que recibe a los que se dirigen a ella parece como si fueras parte de su vida en todo momento.
Por eso me gusta tanto el trabajo de Michelle en la serie Isabel:
Una persona abierta como Michelle haciendo con gran mérito de una persona tan cerrada como la Reina Isabel de Castilla.
Y en el castillo de cada uno os dejo, bajad la muralla, subid la muralla a vuestro entendimiento, pero dejad siempre un puente a los trabajos de Michelle, no os arrepentiréis.
Si habéis llegado hasta aquí es que vuestra indulgencia con este relator ha sido extrema.
Espero que me permitáis seguir llegando hasta vuestra intimidad.
Saludos.
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