Difícil expresar lo que siento cuando escucho esta sintonía. Me despierta tantas cosas, todas buenas, tantas sensaciones juntas como ninguna otra.
De un lado me recuerda a tardes de merienda, en casa, con un bocadillo preparado a la espera de que empezase mi serie preferida. Con una ilusión tremenda que tan solo se experimenta ahora un poco más crecido en contadas ocasiones.
Por otro lado, me recuerda a tantos sentimientos que en mí despertó y que ahora viéndolo en la distancia me doy cuenta que fue ella quien me los aportó. En la televisión podrá haber de todo, pero hay cosas que realmente marcan un antes y un después, que te descubren sentimientos que de otra forma serían imposibles, puesto que nunca se tiene al alcance todo el conocimiento, al igual que nunca una persona podría tener tiempo suficiente para descubrir todos los rincones del planeta, son auténticas ventanas al exterior.
"Mofli, el último Koala", es la serie de dibujos animados que con más cariño recuerdo. Ante todo despertó en mí el sentimiento de PROTECCIÓN. Un Koala, el último koala, en un siglo dominado por la avaricia, el afán de conseguir trofeos y méritos sin importar todo lo que haya que destruir ni pisotear, consiguiendo las propias metas sin mirar las metas de los demás. Una niña y un niño, Corina y Bruno, representando la inocencia y a la vez la cordura dentro de todo ese mundo de intereses, intentando proteger lo que quieren, por encima del dinero, en ellos me reflejaba yo, así como otros tantos millones de niños del planeta seguramente. Por primera vez en la vida descubrí lo que era tomar partido por algo, ponerse en un lado, decidí que quería proteger a ese pequeño Koala.
También descubrí que existen otro tipo de personas, aquellos que son arrastrados por corrientes, las que imperan en ese momento, esos eran Mr.Money y su nieta Rebeca o Bailosolo, el tipo de personas que cuando te ven pasándolo mal, dejan de hacerte sufrir para ayudarte en lo que haga falta, aunque después no quieran reconocerlo.
Y después estaban los malos, Paolo, Trombonetti y el Dr. Fool, los dueños y señores del mundo que basan sus vidas en el dinero y los lujos, en la importancia de conseguir el último especímen vivo de la Tierra.
Reflejaba tan bien el tipo de sociedad que se podría llegar a vivir en este siglo en el que estamos… el afán por conseguir cuanto más mejor, la nula importancia de los espacios naturales y de las especies que lo habitan, frente al espíritu de mantener al planeta dentro de un orden, salvando cualquier reducto y especie que nos pueda aportar algo en el pequeño espacio de vida que tenemos sobre el planeta.
Mofli, él es el elemento central dentro de toda esa sociedad, un animal que conoce su destino, el último de una especie, es marioneta de unos y de otros, al que no dan la capacidad de decidir que quiere irse para siempre con Corina y Bruno, que quiere permanecer siempre en su espacio, que no quiere que lo molesten, para vivir sus últimos días de la mejor forma posible.
Hoy veo el final de Mofli, el último Koala y no puedo menos que emocionarme, que rendirme ante esos últimos momentos que tanto han llenado a lo largo de estos años mi vida. Mofli simboliza muchas cosas, cosas que no pueden permanecer pintadas en un cuadro, que no pueden verse tampoco, cosas que tan solo pueden permanecer dentro de uno mismo, Mofli es la diversión, el amor, la esperanza, el destino…
Es muy triste dejar marchar a alguien, despedirse de lo que más quieres, pensarás que ya "nada será igual". Pero el tiempo vivido, nunca… nunca desparecerá… "o todo habrá terminado".
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