Larga vida a 'Zapeando'

Comenzó como un programa que pretendía poner un toque de humor a las sobremesas otoñales y se ha quedado en La Sexta para alegrar también las frías sobremesas otoñales. Y es que, poquito a poco, el programa comandado por el "viejuno" Frank Blanco, como le llama Ana Morgade, ha ido ganándose el cariño y la complicidad de la audiencia.

No se trata de un espacio revolucionario pues, al igual que en "Sé lo que hicísteis" (La Sexta) o "Tonterías las justas" (Cuatro) se revisan los momentos más desternillantes o más ridículos de la pequeña pantalla.

La gracia consiste, por un lado, en cómo esta pequeña familia analiza con ironía cada uno de los vídeos seleccionados y cómo chinchan al ya citado Frank Blanco. Miki Nadal con sus imitaciones y sus caras imposibles, Ana Morgade con su ironía y sus gafas de mentirijilla, Cristina Pedroche con su ingenuidad y sus chistes malos, Quique Peinado con su engañosa seriedad y Sara Escudero con sus pícaras risitas conforman un equipo que se complementa a la perfección sin malos rollos ni envidias.

Y, por otro lado, yo creo que otro de sus puntos fuertes es la interacción con los espectadores, a los que piden que opinen o envíen fotografías propias relacionadas con los temas del día. De manera que no son simples televidentes pasivos, sino que participan en la creación del propio programa.

Por si esto fuera poco, cuentan con la visita del humorista Leo Harlem, que les interrumpe cada lunes para dar su curiosa visión sobre la actualidad informativa; el singular Josie, que radiografía a las famosas más glamurosas y enseña las últimas tendencias sobre moda, o la disparatada Anna Simón, que siguiendo la estela de los presentadores norteamericanos plantea un juego cada viernes a Frank Blanco y a alguno de sus colaboradores.

Debo reconocer que siempre que estoy en casa durante su hora de emisión, 15.45 horas, echo un vistazo a ver qué locura se les ha ocurrido ese día. Y es que, sobre todo, me gusta el hecho de que se rían de sí mismos y de que, aunque se equivoquen continuamente al leer el telepromter, lo hagan con gracia.

Así que: larga vida a Zapeando.