Siendo pequeña me regalaron un teléfono rojo de juguete con el que pasaba horas y horas charlando con personas imaginarias. Creo que aquel fue el primer momento en el que, aún sin saber leer ni escribir, empecé a sentir curiosidad por la comunicación y por la forma de canalizar mis pensamientos.
La radio también ha estado presente en mi vida desde que tengo uso de razón, no sólo por los innumerables transistores que aún hoy en día hay en mi casa, sino porque además de una excelente fuente de información, en mi familia siempre se ha considerado como una herramienta de entretenimiento y compañía sin igual.
La llegada de la televisión privada marcó, igualmente, mi infancia. Hasta entonces Espinete, Don Pimpón y el 'Un, dos, tres...', me tenían fascinada. Pero, sin duda, series como 'Chicho Terremoto', 'Campeones (Oliver y Benji)' o 'Los caballeros del Zodiaco', por ejemplo, y los personajes de Rita Irasema, Miliki y Hugo hicieron más amenos mis desayunos y meriendas. ¡Qué tiempos!
Pero no penséis que me pasaba el día viendo la tele sin pestañear, también tenía tiempo de jugar en el parque, montar en bici, leer, escuchar música, etc. como cualquier niña de mi edad. Simplemente que la llegada de las cadenas privadas fue toda una revolución para mi generación al permitirnos elegir lo que realmente queríamos ver.
Sabor agridulce
La implantación de la TDT y la consiguiente creación de nuevos canales de televisión, que se han ido sumando paulatinamente a los generalistas, me ha dejado sin embargo un sabor agridulce. Y es que hasta hace bien poco las cadenas han venido utilizando sus nuevos canales como meros contenedores de reposiciones en bucle (¿nadie se cansa de ver a cualquier hora capítulos de 'Aquí no hay quien viva' y 'La que se avecina') sin aprovechar todo su potencial.
En mi opinión, sólo se salva Divinity que ha acertado al incluir las nuevas temporadas de 'Anatomía de Grey' y 'Mujeres desesperadas', dirigido a un público más bien adulto, y 'Gossip Girl' o 'Las chicas Gilmore', enfocado a un público juvenil. También me resultan interesantes los miniespacios 'Tricotosas' o los especiales que emitieron en las semanas de la moda.
Por otro lado, habrá que esperar aún unos días para comprobrar si, como dicen, Telecinco y Antena 3 se vuelcan con sus retransmisiones de motociclismo y automovilismo, respectivamente, y no nos vuelven locos con sus contraprogramaciones y habituales incumplimientos de horarios.
En cualquier caso, a partir de ahora me sumo al resto de blogueros e internautas para comentar estas y futuras novedades televisivas y radiofónicas, puesto que estoy irremediablemente atrapada en las ondas.
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