Los 5 personajes femeninos más cargantes de las series de televisión

Ojo: puede haber algún que otro spoiler de la 'Homeland', 'Mujeres desesperadas', 'Sexo en Nueva York' o 'True blood'.

Si hay algo que me jode cuando estoy viendo una serie (además de que algún otro ser humano intente establecer contacto con mi persona, que en ese momento está claramente haciendo algo más importante que intercambiar opiniones con otros miembros de su misma especie) es cogerle ojeriza a alguno de sus personajes. A modo de ejercicio terapéutico, hoy comparto con vosotros -amados lectores- mi top 5 de personajes femeninos cargantes, irritantes, insufribles y, en definitiva, pesadas, de las series de televisión.

5. Hannah Horvath (Girls)

Tengo una relación de amor-odio con Girls, debo reconocerlo. Aunque la serie es entretenida y me vi su primera temporada con moderada emoción, en esos 10 episodios tuve tiempo más que suficiente para poder ahora aseverar que no soporto al personaje de Lena Dunham. Desconozco si ha creado el personaje a su imagen y semejanza, pero ese ser caprichoso y neurótico al que da vida hace que me entren ganas de gritarle un "madura y espabila, coño" a tres centímetros de su cara.

¿Y si me es tan odiosa, por qué sigo viendo la serie? Pues ahí entra el amor en la relación de amor-odio que digo que mantengo con esta serie. Hannah aparece el tiempo necesario en cada episodio como para que no me entren ganas de liarme a cojinazos con la tele y, además, cada uno de esos 10 capítulos dura lo justo y necesario como para poder soportarla moderadamente. Y además, claro, está Shoshanna, cuya simple presencia ya actúa de antídoto ante los caprichos y pucheros de Hannah.

4. Susan Mayer (Mujeres desesperadas)

Susan, amiga, qué pesada eres. El personaje de la permanentemente estupefacta Teri Hatcher es uno de los casos más claros de gente que empieza haciéndonos gracia al principio y que, a medida que van avanzando las temporadas, deseamos que los guionistas la colmen de desgracias para verla sufrir lo que no está en los escritos. ¿Cómo no se le puede llamar pesada a alguien que en ocho temporadas se casa con el mismo tipo dos veces?

Yo era uno de los que siempre estaba en el bando de Edie, de los que daba saltos de alegría cuando Katherine Mayfair hacía un amago de hundirle la vida, de los que deseaba que uno de sus torpes resbalones acabase en un golpe letal contra la encimera de esa insultantemente limpia cocina. Si Marc Cherry quería hacer de Susan un personaje entrañable, conmigo no funcionó: yo siempre fui más de Lynette.

3. Dana Brody (Homeland)

Abre el top 3 el que quizá sea el personaje secundario más irritante que jamás haya salido por la tele. Y no exagero. Si ya empezó a amargarnos la vida cuando fue la culpable de que su padre no se inmolara en un bunker junto al 80% del gobierno estadounidense, no fue hasta la tercera temporada que todos vimos que ese personaje necesitaba una muerte horrible.

Fue precisamente en esa temporada en la que Dana Brody se hizo más insufrible que nunca, con la trama absurda que no le interesaba a nadie y que terminó fiquitada en la primera mitad de temporada cuando los guionistas se dieron cuenta de que aquello no había ya por dónde cogerlo y la pusieron a limpiar habitaciones de un motel. ¡Mirad si es pesada que intentó suicidarse y no lo consiguió!

2. Sookie Stackhouse (True blood)

Si antes decía que Susan Mayer es el mejor exponente de personaje que empieza cayendo bien y acaba siendo insoportable, con Sookie pasa algo ligeramente diferente: ella es cargante desde el primer minuto de la primera temporada. Y aunque True blood sea una de mis series favoritas, nunca he podido soportar a Sookie Stackhouse: entrometida, ñoña, torpe, especialista en tomar decisiones erróneas que no sólo le perjudican a ella sino también a todos los que le rodean...

Ella tiene la culpa de gran parte de cosas que pasan en la serie y de que todo el mundo tenga que ir por Bon Temps y alrededores como pollos sin cabeza para salvarle el culo a la pesada de Sookie. Siempre le deseé una muerte horrible, un sufrimiento inconcebible, una tortura sádica y unas desgracias enormes. Tanto es así que me levanté del sofá y aplaudí el día que escuché a Pam decir esto:

1. Carrie Bradshaw (Sexo en Nueva York)

Sí, ella. Nadie más que ella podía coronar este top 5 de pesadas. Carrie, que con su absurda columnita de las narices que publica semanalmente en lo que aquí sería un periódico provincial consigue pagar el alquiler de un apartamento en Manhattan y tener un vestidor igual de grande que mi cocina; Carrie y sus caras de estar dividiendo mentalmente con decimales mientras escribe sobre lo básicos y desalmados que somos los hombres; Carrie y sus andares patizambos.

Pero lo que convierte a Carrie en la más pesada de todas (Sookie se salva de ser la más pesada porque al menos a la de Louisiana sí que le pasan desgracias) son sus constantes devaneos con Mr. Big, ese mentecato por el que ella pierde el culo a lo largo de seis temporadas. Carrie se pasa seis temporadas empeñada en ser Samantha y tirarse a todo lo que se lo pone a tiro pero no se da cuenta de en realidad es como Charlotte, una romántica empedernida que sólo aspira a casarse y vivir eternamente con el amor de su vida. Y cuando alguien sólo busca aparentar ser otra cosa de la que realmente es, no puedo evitar que me entren ganas de cogerla de su rubia melena y arrastrarla por un pasillo lleno de afilados y puntiagudos tacones. Y no de marca, sino del Bazar Lu Xingping. Que se joda.

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