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Especial Eurovisión 2014: Segunda semifinal

Miércoles 7 de Mayo de 2014 10:02
 

Especial Eurovisión 2014: Segunda semifinal

Cuando todavía no nos hemos recuperado del pase de San Marino a la final ni de la injustísima eliminación de Suzy la portuguesa y su 'wawawewawe', Teuvemix se pone manos a la obra y analiza, una a una, las canciones que podremos ver mañana en la segunda semifinal de Eurovisión. Recordad que TVE no la emite, así que tendremos que verla por internet en eurovision.tv. Nadie dijo que la vida del eurofan fuese sencilla. Vamos, pues, con el análisis.

Malta: La segunda semifinal de Eurovisión la abrirá Malta con una canción que no recuerda nada-nada (pero nada, ¿eh?) a Mumford & Sons. A pesar de la descarada inspiración estilística de los Firelight, debo reconocer que me encanta este tema. Coming Home está clarísimamente por encima de la media de las canciones de este año y debería quedar muy por encima de la posición que finalmente acabará consiguiendo.

Lunny-predictor: Pasará a la final pero se quedará por la mitad de la tabla.

Israel: Dejando de lado que la cantante de este Same Heart, Mei Finegold, va maquillada igual que Lydia Lozano, estamos ante una de las canciones que, según las apuestas de pago, peleará con España por quedar décima en Eurovisión. Esta canción (gracias a San Cliff Richard no es ninguna balada) tiene toques pop, toques rock y algo de EDM, lo justo como para contentar a todo el mundo. Además, Mei (que corre el riesgo de desafinar como una condenada) canta en inglés y hebreo y sale en bragas de cuero en el videoclip. ¿Hace falta algo más para lograr un puesto decente en Eurovisión?

Lunny-predictor: Pasará a la final y, si Ruth tropieza, entrará en el top ten.

Noruega: Con baladas así, sí. Noruega vuelve a dar en el clavo (hay que ver cómo son en Escandinavia, coño, qué manera de hacer bien las cosas) con este Silent Storm, un tema comedido, íntimo y altamente melancólico que, si lo borda en directo, puede hacernos llorar a todos y que aplaudamos de emoción desde el sofá de nuestras casas. El único punto negativo que le veo es que a veces me recuerda demasiado a Enya o a la canción principal de cualquier película de la trilogía de El Hobbit.

Lunny-predictor: Pasará a la final y quedará en el top 5.

Georgia: Bienvenidos a la canción que va última en las apuestas de pago. Y con razón, oye, porque la candidatura de Georgia no hay por dónde cogerla. La canción es rara a más no poder y todo en ella es incomprensible: desde los pelos de la cantante hasta los cambios de ritmo y los gorgoritos del señor de la batería, pasando por ese videoclip en el que gente vestida de tienda de beneficencia se queda quieta (o moviéndose muy lentico) creando un poco favorecedor efecto 'figuritas del Belén'. Un horror.

Lunny-predictor: No creo que nadie le dé un mísero punto.

Polonia: La canción polaca es un alegato a lo que molan las chicas de Polonia y a cómo saben usar su "charming beauty". Para ilustrar esta verdad -según ellos- incuestionable, en el videoclip podemos ver a un puñado de tías que parecen sacadas del cásting de una película porno haciendo mantequilla en el que se alternan los planos de miradas libidinosas con los de escotes prietos y sudorosos. Sumémosle a este panorama que el dúo que interpreta esta canción quiere parecerse a Die Antwoord tanto como los malteses a Mumford & Sons y, ¡hop!, los polacos ya tienen medio pie en la final.

Lunny-predictor: Aunque el videoclip tenga su gracia, me da que en directo serán más sosos que un bocadillo de corcho, con lo que no les veo en la final.

Austria: Ya está aquí Conchita con su canción que parece sacada de una peli de James Bond. La representante austríaca es quizá la que se ha hecho más famosa en los meses que llevamos previos al festival, primero por su barba y segundo por ser el blanco de los comentarios homófobos del representante de Armenia. Aunque la canción es más antigua que el hilo negro, el valor añadido de la candidatura austríaca es la propia Conchita, que además de tener una voz de caerse p'atrás ha conseguido que el videoclip de su canción tenga ya casi 2,3 millones de visitas en Youtube.

Lunny-predictor: Pasará a la final y será top ten.

Lituania: Más allá del nombre impronunciable de la intérprete de este Attention (Vilija Matačiūnaitė), lo más remarcable de esta canción son los cambios de ritmo y que, al menos, no es una balada soporífera al estilo de las de la primera semifinal. A pesar de todo, a este tema le faltan muchas cosas no ya para hacer un buen papel en Eurovisión, sino para pasar a la final. Y la primera de ellas e imprescindible es que la canción sea buena y no, Attention no lo es.

Lunny-predictor: No pasará a la final.

Finlandia: Aunque desde que ganó con Lordi no se ha vuelto a comer un colín en Eurovisión, Finlandia lo intenta este año con una banda de pop-rock llamada Softengine. Inspirados en Coldplay (especialmente con esos oh-oh-oh del puente), Something Better es otra de mis canciones favoritas de este año en Eurovisión. Sin embargo, mucho me temo que acabe pasando desapercibida entre lo variopinto de esta semifinal: si a Finlandia le hubiese tocado cantar el martes, fijo que pasaban a la final de cabeza.

Lunny-predictor: Si pasan a la final, quedarán en la segunda mitad de la tabla.

Irlanda: El país que más veces ha ganado Eurovisión lo intenta este año con Cann-Linn (feat. Kasey Smith) y Heartbeat, una canción random que seguro que habremos olvidado cuando Bielorrusia salte al escenario. Lo más remarcable de este Heartbeat es el videoclip baratero que se han marcado, en el que la tal Kasey Smith nos muestra sus ortopédicos movimientos à la Yurena y sus cejas como diseñadas con escuadra y cartabón.

Lunny-predictor: Muy del montón, especialmente para lo que ha sido Irlanda. Si pasa a la final será gracias a los fracasos del resto de países de esta semifinal.

Bielorrusia: Entre que el tal Teo va de guapo y tiene menos sex appeal que Arias Cañete comiéndose un yogur caducado y ese videoclip que pretende ser divertido y original y es de un ridículo que asusta, las posibilidades de Bielorrusia con este Cheesecake son mínimas. La canción es aburrida, tiene poca gracia y, aunque es lo menos malo que ha mandado Bielorrusia a Eurovisión, lo único que conseguirán es hacer olvidar la mediocre canción de Irlanda.

Lunny-predictor: No pasará a a final.

Macedonia: Si la actuación de Macedonia mañana en Copenhague es igual de ridícula e improvisada que la que tenéis aquí abajo, yo la hacía pasar a la final. Más que nada por la moral que le pone Tijana Dapčević, que a ratos parece que esté cantando en su casa con el cepillo del pelo como micrófono. Actuaciones aparte, la canción es bastante regulera y está más vista que el culo de Álex González.

Lunny-predictor: No pasará a la final.

Suiza: Si la primera semifinal fue la de las baladas, esta es la del batiburrillo estilístico. Suiza, que últimamente no se caracteriza por su buena suerte en Eurovisión, lo intenta ahora con un tema lleno de silbidos y un incansable banjo que no para de sonar de fondo. Y aunque la canción tiene su gracia, con unos Mumford & Sons (los malteses) ya hay suficiente. ¿Qué les ha dado a todos este año por trasladarse al medio oeste de Estados Unidos?

Lunny-predictor: No pasará a la final. A los suizos se les suele tener rabia, en general.

Grecia: Algunas de las mejores canciones que han sonado en el escenario de Eurovisión en los últimos años provienen de Grecia; esto es así. Anna Vissi, Helena Paparizou o Sakis Rouvas son algunos de los que han hecho que el país de la mussaka lo pete año tras año en el festival, y este año tiene pinta de que van a volver a pasar a la final con la canción más discotequera, chiringuitera, veraniega y bailable de este año. Este Rise Up es mi guilty pleasure de este año y, si por mí fuera, les hacía ganar Eurovisión. Con un par.

Lunny-predictor: Pasará a la final y quedará en la primera mitad de la tabla.

Eslovenia: Volvemos a lo étnico con Eslovenia, Tinkara Kovač y su flauta. A ver, la canción mal-mal no está, pero como que le falta algo. Por un lado es demasiado poco folklórica y, por el otro, es demasiado poco pop como para que la gente se la meta en su iPod. Además, la fórmula del pop étnico está más trillada en Eurovisión que los saltos desde el helicóptero en Supervivientes, lo que hace que no destaque y que, al rato, ya nadie recuerde la melodía de este Round And Round.

Lunny-predictor: No pasará a la final.

Rumanía: El país al que casi siempre damos doce puntos desde España vuelve a darlo todo en Eurovisión con una de esas horteradas que tan bien hacen y que tanto gusta: un corte EDM con bien de gritos y subidones efectistas que les hará volver a estar presentes en una final de Eurovisión. Porque sí, Rumanía siempre se ha clasificado para la final. Y este año no va a ser menos, claro.

Lunny-predictor: Quedarán en la segunda mitad de la clasificación.

¡Ya queda menos para ver a Ruth Lorenzo! ¿Sois tan fans como yo de la canción griega?

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