Cosas que sí y cosas que no de la nueva temporada televisiva

SÍ

Gran Hermano 16: Hay ganas de GH, vaya si las hay. Este año parece que nos encontraremos frente a una edición en la que será muy importante saber guardar secretos... o vete tú a saber, porque inventarse las reglas sobre la marcha es uno de los rasgos distintivos de los últimos años en Gran Hermano. Sabemos muy pocas cosas de esta nueva edición, pero la más importante la tenemos grabada a fuego: este domingo, 13 de septiembre (a Merceditas le va a dar algo, estrenando en día 13), vuelve la vida en directo. Sabemos también que están reconstruyendo la casa desde cero y que el plató está siendo montado a marchas forzadas. Y, por supuesto, también sabemos que vamos a volver a trasnochar viendo el veinticuatro horas, a tuitear como si no hubiera un mañana durante las galas y a encumbrar o denostar a los concursantes que el domingo entren en la casa. ¡Qué ganas, por favor!

NO

En la tuya o en la mía: Hay gente que me da pereza en la vida, y luego está Bertín Osborne. El intérprete de Como un vagabundo es el elegido por el ente público -sí, ese que pagamos todos- para presentar esta versión 3.0 de Viajando con Chester. Pasando por alto que este señor tiene unos planteamientos ideológicos tan conservadores que harían palidecer al mismísimo Jorge Fernández Díaz (recordemos que sus últimos programas fueron en Intereconomía, cadena de marcado talante bolivariano), lo realmente grave del tema es que Bertín Osborne se embolsará 10.000 pavos por cada programa. Creo que estaréis de acuerdo conmigo con que este despiporre monetario no tiene cabida en una tele pública, ¿no es cierto?

SÍ

Tu cara me suena: Mis excompañeros de Gestmusic tienen un ojo tremendo para hacer shows de traca y lentejuela en la tele. Y aunque yo nunca he sido un gran fan de Tu cara me suena, tengo que admitir que este año me están entrando ganas de ver la cuarta edición, principalmente por el elenco de concursantes: no puedo esperar a ver las imitaciones de Silvia Abril, Vicky Larraz, Ruth Lorenzo, Edu Soto, Pablo Puyol o El Sevilla. A pesar de que no viviremos el cara a cara entre Marta Sánchez y Vicky Larraz, la incorporación de Lolita y Shaila Dúrcal promete. Con el paso de las ediciones y la consolidación del formato, creo que se puede decir que Tu cara me suena se ha convertido en el nuevo Mira quién baila: un talent con famosos que no gira en torno a su vida privada y, encima, con humor y espectáculo.

NO

MasterChef Junior y La Voz Kids. De hecho, este 'no' sería extrapolable a cualquier programa con niños. ¿Es necesario? ¿Realmente lo es? Detesto los programas con niños, me parece alucinante que un padre autorice a que el talento en ciernes que pueda tener su hijo sea mercantilizado en un programa de televisión a cambio de algunos centenares de euros. Padres del mundo que queréis que vuestros hijos sean el nuevo Justin Bieber o la nueva Rocío Jurado: dejen que jueguen, coño, dejen que experimenten, que se aburran, que se diviertan, que se harten. Ya tendrán tiempo de cumplir con las exigencias de este mundo de imposiciones, timings y deadlines, ya tendrán tiempo de tener superiores hijoputescos que les exijan sudor y sangre en cada proyecto. Pero no les jodan la infancia, hombre, piensen que luego serán ellos los que tendrán en su mano meterles en un asilo cochambroso o en una residencia de ancianos de alto standing.

SÍ

Rabia y Mar de plástico: Me apetece muchérrimo ver estas series. Especialmente Mar de plástico. Gracias a los dioses antiguos y los nuevos, parece que en España ya estamos superando esta manía de hacer series costumbristas en escenarios montados en platós y ya nos atrevemos con otros géneros, mucho más en la línea de lo que el público se descarga ve por Internet. Y parece que fracasos como el de Aquí Paz y después Gloria están ayudando a desterrar las series resinescas de la parrilla y, en definitiva, esta especie de landismo televisivo en el que hemos vivido tantos años. Así, sí.

NO

El maltrato a las series en Telecinco: Si ser fan de una serie española ya da más disgustos que tener una hermana gemelier, serlo de una serie de Telecinco es peor que clavarse un tenedor en el ojo. ¿Acaso queda algún seguidor de ByB con ganas de ver la segunda temporada de la serie? ¿Los fans de El Príncipe tenéis algún tipo de fe en saber cuándo llegarán los nuevos episodios a la cadena amiga? ¿Hay algún loco de La que se avecina que siga confiando en que emitan la novena temporada sin hacer pausas extrañas ni pasearla por la parrilla sólo para joder a la competencia? Pues eso.

SÍ

La firme apuesta de laSexta por la actualidad: Aunque servidor pierda el culo por un buen reality, una serie alienante, programas con gente al borde de la paguita o un buen Deluxe con el que ir destruyendo las pocas neuronas que me quedan, también soy un gran fan de los programas de actualidad y debate. Es por eso por lo que adoro a laSexta y disfruto como un enano con Salvados, El intermedio, El objetivo o incluso Equipo de investigación -¡qué enormes locuciones, las de Gloria Serra!-. Se agradece que durante el verano hayan mantenido Al rojo vivo con la grandiosa Cristina Pardo al frente, de igual manera que es liberador poner un ratito Más vale tarde después de dos horas y pico de griterío en Sálvame. No sé vosotros, pero yo ya ansío ver debates y noches electorales con el festival de votaciones que nos espera de aquí a Navidades.

NO

Cámbiame Premium: Que Jorge Javier Vázquez quiere convertirse en la nueva Isabel Gemio es algo que a ninguno se nos escapa. Ya se dedica a emularla en Hay una cosa que te quiero decir y ahora recupera de nuevo su figura para presentar este híbrido de Sorpresa, sorpresa, Esta casa era una ruina y Cámbiame (el normal, vamos). Y el resultado, amigos, es soporífero. Cuatro horas de errático programa, con un ritmo discutible y el uso y abuso de lo peor de Hay una cosa que te quiero decir -el melodrama barato- y Sálvame -los famosos satélites que ya tenemos más que vistos-. Aunque en su estreno logró un nada desdeñable 20%, habrá que ver si hoy aguanta el tirón.

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