Todas las cosas

-¡Buenos días, inocente hombre! -Respondieron al unísono los pequeños fanáticos.

Palabrería, palabrería y más palabrería, así es el simplemente el día a día.

-¿Pero esto es un episodio de 'Orphan Black'? -Pregunta el que lideraba.

-No, simplemente las cosas son así. -Respondió alguien al azar.

Todas las cosas que pasan y son imposibles de contar.

-¡Pero yo estoy lleno de odio, lo odio todo! -Gritaron en tono guerrero.

Y los demás se reían.

Valiente aquel que se atrevió a criticar, porque luego atacaron indeseables dictadores. ¿No fue una bonita pelea entre ignorantes y fascistas? ¿O son los ignorantes y los fascistas lo mismo?

Y aquel que no está vivo pero pretende triunfar.

Y aquellos que odian el triunfo por todo lo que representa.

Y aquellos que desean que el triunfo llegue ya, hasta que se queden sin voz.

Mientras cinéfilos empedernidos intercambian sus ¿respetables? opiniones sobre lo que es bueno y es malo en el séptimo arte, a la vez otros reconocen que este mundo no es el suyo.

Y allí se encuentran tanto el teniente que suelta repugnantes comentarios fascistas, los que imitan a sus ídolos equivocados, los que se pasan de graciosos, los que son demasiado serios y los que saludan en idiomas desconocidos.

Y gente que está aplaudiendo a deportistas desconocidos para muchos y admirando su talento...

E insistiendo día a día para ver aquella serie.

Y llorando a todas horas porque las revoluciones cortan cabezas.

Y mofándose en cada momento de absolutamente todo.

Y repitiendo todo esto cual Día de la Marmota.