Un reality para Melody y su familia

Me encantó que ganara Melody. Debo admitir, que me fijé en ella cuando concursó en Tu cara me suena. Su manera de expresarse, tan petarda y graciosa a la vez, y su talento incuestionable, hacen que no pase desapercibida. La verdad es que ella lo exagera todo hasta el extremo. A veces se hace pesada, pero yo no puedo evitar quedarme embobado frente al televisor cuando la artista se pone a hablar de la relación que mantiene con su padre. Un hombre al que hemos conocido en la primera edición All Stars de Levántate y que a muchos nos ha robado el corazón.

Y es que si a algo nos tiene acostumbrados Melody, es a ese exceso de sentimientos y emociones. Gracias a ella hemos podido saborear momentos muy especiales, esos que solo pueden ser protagonizados por un padre y un hijo; actuaciones memorables y confesiones de amor que consiguen que uno se quede con ganas de seguir viendo a estos dos concursantes. Y es que da igual si ambos están más o menos acertados en cuanto a vestuario. Poco importan sus estilismos imposibles y a veces estrafalarios, tampoco es crucial esa característica forma de hablar de Melody si cuando se sube al escenario consigue ponernos los pelos de punta al interpretar una maravilla como 'Caruso'.

Porque lo cierto es que han logrado impresionarnos semana a semana, sobre todo por el amor que se han demostrado tanto fuera como dentro del escenario. Eso ha sido lo más importante.

"Yo vine a este programa por mi padre, pero yo no me podía ir sin que España viese el pedazo de artista que tenía en mi casa. Este premio es suyo", decía Melody emocionada tras saberse ganadora. "Le quiero dar las gracias a Dios por permitir tener un familia tan maravillosa", respondía Lorenzo entre sollozos. Y yo quiero darle las gracias a ellos por la gran lección que nos han dado, y como no, por hacernos ver que a veces no nos damos cuenta de que tenemos lo más importante para ser felices: el amor de un padre.