Hoy quiero ser aquel niño que quería crecer

Hoy deseo ser de nuevo un crío, ir de la mano de mi padre y pasear dando brincos mientras él me coge sin esfuerzo. Quiero llegar a casa y aprender, de nuevo, a manejar la televisión, mientras mi madre promete que me castigará si no me siento corriendo en el sofá. Quiero que, ella y solamente ella, pinte mis piernas de mercromina mientras yo observo embobado a Angélica Pickles hacer maldades.

Hoy quiero, ser otra vez un niño, ir al cine con mi padre las tardes de sábado y despertarme muy temprano los domingos para ver esa serie de miedo que tanto me gustaba.

Deseo volver a cursar primaria para ir a comer a casa de mis abuelos todos los días. Quiero que mi abuela me prepare mis comidas favoritas y después encerrarme en el cuarto de estár para gritar BIEEEEEEN cuando empiecen dos de mis series favoritas .

Me encantaría volver a heredar los viejos juguetes de mis primos, que mi madre me regañe por pintarrajear los libros de texto del colegio, y que cuando llegue la tarde noche, me ponga en la tele a los socorristas más molones del mundo.

Hoy quiero volver al pasado, quiero esconderme tras la puerta del salón y contemplar esa serie que tantas emociones me producía y que en mi casa no me permitían ver.

Quiero regresar a mis primeras navidades y disfrutar de nuevo de la publicidad.

Hoy quiero volver a mis primeros años y estar rodeado de todos los que se han ido yendo. Quiero asustarme, tener miedo a la oscuridad, y despertarme en mitad de la noche; deseo acostarme entre mis padres, y estar a salvo de cualquier amenaza y de cualquier monstruo y fantasma.

Quiero, pero no es posible. Hoy no puedo sentarme en las rodillas de mi abuelo, ni recibir los juguetes de mis primos. Hoy solo tengo la posibilidad adentrarme en los recuerdos que forman mi infancia. Una época difícil pero al mismo tiempo muy emocionante y divertida. ¿Cómo era?, creo que no me equivoco si digo que fue moderadamente cruda a la par que amenizada por mis propias fantasías, y por las locuras de unos personajes que forman parte de varias generaciones.

Unos años donde todo era posible: desde ver series basadas en tus videojuegos favoritos hasta consumir postres de las películas de moda.

Una época donde podías intercalar la realidad con una ficción juvenil a la que solo podemos volver a través de nuestros recuerdos.