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El Internado: Último Capítulo

Jueves 14 de Octubre de 2010 15:58
 

Y llegó el final. La serie de intriga que más seguimiento ha tenido en España se despidió anoche de su fiel audiencia que ha seguido durante más de 70 capítulos una aventura que no ha dejado indiferente a nadie.

El capítulo final de 'El internado' comenzó como nos esperábamos: dándonos una nueva sorpresa. El demonio (Roque), tentaba a Iván a ir con el al infierno pues ambos eran unos asesinos. Pero eso no era más que un cebo, porque la acción siguió segundos después de la sintonía que se ha emitido en todas las temporadas.

Mientras se iban curando a todos los alumnos, y el espectador sufría por saber si se salvaban todos, los profes buenos planeaban una manera de poder salir de ese matadero al que llamaban 'Laguna Negra'. Los malditos nazis no habían sido un tema tratado por casi nunguna serie española. Es un tema histórico que siempre interesa, ya sea mediante novelas, o mediante películas muy taquilleras basadas en libros superventas, o historias creadas específicamente para el cine.

Cuando comenzó la serie nadie creía que la serie iba a ir por ese tema, y no por el que al principio nos quisieron hacer creer: un lugar fantástico, un "país de las maravillas" donde conviven monstruos y secretos.

Y si hay algo que ha venido mejor a la serie es dar un poco de cordura y esa pizca de pasado. El malvado militar nazi de cuyo nombre no quiero acordarme, y la abuela que se atraganta, Teodora, finalmente fueron detenidos por la policía, por mi preferida Rebeca. Pero eso fue casi al final, ya que antes, Hugo peleó con Iván en una batalla que recordaba a una lucha de película: Como Harry Potter contra Lord Voldemort, y finalmente, como en el niño mago, ganó el poder de lo bueno: Iván. Y el malo más asqueroso y en su principio peor interpretado, Hugo, murió en llamas (una buena forma de morir).

¿Que por qué murió en el fuego? Porque minutos antes Marcos y la troupe fueron echando gas a ese sitio que fue tan odiado por ellos.

El espectador surió con Paula que no dejó de hacer de las suyas ni en el último capítulo. Mientras todos bajaban por los pasadizos (¡gran forma de salir del internado!), ella se quedó por la culpa de Amaia en el sitio a punto de morir calzinada.

Vicky (que personaje tan bueno), que fue la única que se percató que algo raro había en la "acoplada" Amaia, acabó con la vida de su enemiga y salvó la de la pequeña Paula y dio una alegria a Marcos : "Puta acoplada", dijo.

Los alumnos por fin salieron del internado, gracias a que los militares por fin se dieron cuenta del error que había en ese sitio. Pobre gente, pienso yo, lo que tuvo que pasar.

Héctor pidió clemencia, para que dejaran salir de una vez a sus sobrinos y a sus antiguos alumnos. El reencuentro fue precioso. Al igual que los minutos de sufrimiento entre Julia e Iván.

Pero no todo pudo salir bien, y Fermín murió. Yo lo sentí mucho, pero, como un buen luchador, murió por su pueblo. Gracias a él hemos descubierto la mitad de los misterios del internado, y ha sido uno de los personajes más cómicos y peleones que ha habido en ninguna serie. Una buena persona, pero que no pudo salir de la puñalada (nunca mejor dicho) de Garrido.

Ese fue el final de Fermín, pero ¿y el final de Garrido? ¿Y el de Marcos y su familia? ¿Y el de Vicky, Iván y Julia? ¿Y el de Martín? ¿Y el de...? El capítulo fue precioso, impactante y emocionante. Pero yo y algunos nos quedamos con ganas de ver "1 año después..." y descubrir qué había sido de la vida de cada uno de los habitantes del internado.

Alguna explicación más, claro, pero a lo mejor con este final cada uno puede jugar con su imaginación.

Sea como sea, El internado no ha sido cansino con nadie, y ha muerto como los grades (como Fermín), y seguramente pasará a la historia de las series españolas recordadas (7 vidas, ¡Aquí no hay quien viva!...).

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