Es posible el "Sexo en el espacio"? en Canal Historia

El sexo forma parte de las actividades básicas de los seres humanos. Sirve para perpetuar la especie, conecta a las persona, proporciona placer e impregna en buena medida la cultura pero, a medida que los hombres amplían su hábitat, se plantea una cuestión de gran importancia para el futuro de la raza: ¿estamos preparados para tener relaciones sexuales, concebir una nueva vida, tolerar un embarazo y finalmente dar a luz en el espacio?

Canal de Historia estrena en exclusiva el viernes 17 de julio a las 23.00 horas, Sexo en el espacio, un documental que se detiene en aspectos hasta ahora no revelados sobre la posibilidad de mantener relaciones íntimas en órbita.

Ciudades en la Luna, colonias en Marte, turismo espacial… son sólo algunas de las sugerentes propuestas que ofrece el cosmos para el hombre y que los científicos imaginan en un futuro no muy lejano. Sin embargo, es preciso tener en cuenta todas las funciones vitales que realiza el hombre en su entorno natural y analizar una por una si serían viables fuera de él.

Desde la experiencia que aportan los viajes espaciales realizados hasta la fecha, el trabajo, que forma parte de la tercera entrega de la serie El Universo, mantiene que las leyes de la gravedad y las partículas nucleares que se mueven en el espacio son los dos principales inconvenientes para el sexo.

La primera vez que fui sometida a la ingravidez fue una sensación increíble. Podías realizar cualquier movimiento que imaginaras al instante. Dimos volteretas, giramos, volamos, hicimos diferentes acrobacias pero me quedó claro que en gravedad cero, las relaciones sexuales también son cero, sentencia la poetisa y autora del libro "Flight", Vanna Bonta. Precisamente para contrarrestar esta desventaja, ella misma ha diseñado el primer "traje para dos", cuya parte delantera se desbrocha con un sencillo sistema de velcro y permite adherirse al traje de la otra persona y establecer un contacto físico más íntimo.

Pero no sólo el simple de hecho de darse un beso supone todo un reto en esas condiciones sino también el desarrollo de un posible feto concebido en el espacio. Sobre este asunto, la producción señala que un estudio realizado con ratas en 1995 a bordo de un trasbordador confirmó un comportamiento anormal y más torpe en las crías recién nacidas.

Sexo en el espacio también analiza cómo son las apetencias y las necesidades afectivas y fisiológicas de los seres humanos en este nuevo hábitat. En este sentido, la experta en Medicina de la Universidad de Texas, Sheryl L. Bishop aclara algunas dudas: Los hombres, por ejemplo, tienden a la erección sin dificultad debido a la redistribución de fluidos del cuerpo. Pero esta reacción no es suficiente ya que, por otra parte, existen testimonios de astronautas que confesaron que su deseo sexual había disminuido estando en órbita.

Junto a estos incipientes estudios que ya se han llevado a cabo, lo cierto es que la sexualidad y la reproducción humana siguen siendo un tema tabú para la NASA, quien siempre ha negado cualquier investigación sobre el tema. La NASA es tan reticente a tratar este asunto porque las expediciones las pagan los contribuyentes y no estaría bien visto que los tripulantes retozaran, comenta el autor de "Física de lo imposible", Michio Kaku.

Asimismo, el documental analiza minuciosamente los rumores que circulan para averiguar si algunas parejas de astronautas ya lo han practicado en sus misiones y recoge algunas de las iniciativas pensadas por la industria del turismo espacial para emplear el sexo espacial como reclamo.

Se siga esta vía de estudio o no, los investigadores concluyen que es inevitable que el sexo llegue allá donde vayan los hombres porque forma parte de la experiencia humana y por eso es necesario previamente conocer el desarrollo completo de un mamífero en un entorno similar al del espacio para saber a qué atenerse en un futuro quizá no muy lejano.