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Frases cómicas, "Los Hombres de Paco", capítulo 5x22, "Todo por lo legal"

Domingo 28 de Junio de 2009 06:30
 

Una semana más llegan las frases memorables. En esta ocasión les toca a las del capítulo 101, titulado, Todo por lo legal, un capítulo en el que el componente cómico ha crecido exponencialmente si se le compara a los de los capítulos anteriores, en el que este género no fue muy aprovechado. Y es que la comedia, es uno de los puntos fuertes de esta serie, que últimamente ha sido un poco desvinculado dando paso al drama, intriga y tensión, escaseando por tanto el humor. Pero cuando se demuestran dotes cómicas en esta serie, habitualmente los capítulos, ganan muchos enteros, ya que esta característica es, a grandes rasgos, de las que mejor se explotan en Los Hombres de Paco. A continuación, procedo a exponer lo más destacado cómicamente hablando que ha deparado el capítulo...

En la casa de Paco, este se halla conversando por teléfono y mientras tanto, Povedilla, que está con él, se dedica a preparar el café. Esto es una pequeña sección del especial "Una de Pacos", emitido antes del episodio normal en sí...

Paco: Ajá. Bueno, bueno, pues nada (a la persona que estaba al otro lado de la línea no se la podía oír) De-de-de-déjeme que lo piense. Sí, sí, sí, bueno, mañana mismo, a primera hora tiene usted mi respuesta. No se preocupe. Ea, con dios (colgó la llamada) Imbécil, que es usted un imbécil (dirigiéndose directamente al teléfono) Será posible, hombre, lo-lo que hay que escuchar a estas horas (ambos, tanto él como Povedilla, iban en pijama. Era de suponer que eran altas horas de la madrugada...)

Povedilla: ¿Pero ocurre-ocurre algo, inspector?

Paco: Pues claro que ocurre, Povedilla. U-u-u-un reporterucho del tres al cuarto, que dice que quiere escribir un libro de gazapos policiales (pasó una mano de lado a lado mientras decía lo de "gazapos policiales) Y... y los de la central van y le dan mi nombre. Pos dicen que por mis... peculiares métodos. Imbécil... (observando otra vez al teléfono)

Povedilla: Ya, ¿pero qué es lo-qué es lo que quiere el hombre... exactamente?

Paco: ¿Pues qué van a querer..., Povedilla? Pues que les contemos todas las burradas que hemos hecho para que todo el mundo se ría de nosotros, eso es lo único que quieren

Povedilla: Hombre. Inspector, vamos a ver. Mm..., (pensando en una respuesta factible por un breve momento) burradas, hemos hecho, eh, para que lo vamos a negar, y unas cuantas además, pero todo lo que hemos hecho ha sido en pos de los derechos y libertades de los españoles, no-no-no se le olvide

Paco: No seas ingenuo, Povedilla. Que a esta gentuza le dan igual los derechos y las libertades. Lo único que quieren es ponernos de oligofrénicos. Me cago en...Imbécil... (dirigiéndose otra vez al teléfono, hastiado)

Povedilla: Hombre, pues yo..., la verdad, inspector..., es que me parece una... forma fantástica de acercar el-el-el cuerpo al... al contribuyente

Paco: Ah, le podíamos contar, eh, que estuvimos a punto de reventar la tregua de ETA. O... o que creíamos haber provocado una pandemia mundial de peste bubónica. O que nos fuimos a Irak, a buscar a Bin Laden. Venga, Povedilla, venga, venga, no seas tonto (le dice, en tono como diciéndole a Povedilla que pensara por un momento y que recapacitara)

Povedilla: Vamos a ver, vamos a ver, inspector. Yo, no,no ta, yo no enfocaría..., lo enfocaría desde-desde otro..., otra perspectiva, otro, o sea, lo-lo que es la-la-la... la... cotidianidad . ¿No?, lo que e-e-el-el día a día en una comisaría española a-al uso (Paco asintió con la cabeza, mientras iba colocando en su cabeza la idea de Povedilla, que no le parecía mala...)

La siguiente escena tiene lugar en casa de Paco, este que está preparando huevos en la cocina, Don Lorenzo y Mariano, que también se encuentran allí presentes...

Don Lorenzo: Eh, Paco.

Paco: Sí

Don Lorenzo: Perdona

Paco: Perdón (disculpándose ambos porque casi se chocan entre sí, al girarse Paco de la mesa de la cocina donde acababa de preparar el huevo)

Don Lorenzo: Que... Que-que anoche estuve un poco duro contigo. Pero yo creo que te va a sentar bien, eh, estos días fuera de... de este ambiente tan jodido, eh

Paco: Mm. (como respondiendo positivamente a Don Lorenzo) Míreme, claro que sí, eh, en chandal, un desayuno campero y ahora unas carreritas así por el... por el parque para que se me ensanchen los pulmones y después pues amueblar el... adosadito (señalando ligeramente con la cabeza, con una sonrisa tímida, el folleto que Mariano estaba mirando atentamente)

Don Lorenzo: Muy bien, Paco. Muy bien, estupendo (carraspeó) Bueno, chicos. A la dura tarea. Hasta luego (cogió su chaqueta informal y se la puso)

Mariano: Hasta luego, Don Lorenzo (finalmente Don Lorenzo salió de la casa) Mira, Paco. Podríamos comprarle un colchón de estos de-de muelles y bizco-elástica, que como... tienen (Paco sacó un caja de estas que se utilizan para guardar ficheros en comisaría, y la puso encima de la mesa de la cocina, del interior de la misma sacó una pistola y se la guardó en la parte de atrás de su cintura, en el interior de la camisa para que no se le viera) lo que es las rodillas de acero pues esto le amortigua la embestida (se echó a reír)

Paco: Déjate de embestidas, Mariano (puso bruscamente un mapa de carreteras sobre la mesa en la que estaba sentado Mariano)..., y de buscar en la jugar como si fueras una puñetera novia. Mira, y céntrate, coño (fue posando fotos en la mesa de diferentes criminales de la mafia que había sacado también de la caja

Mariano: A ver, Paco. Tu suegro te ha dicho que estamos fuera del caso

Paco: Mariano, tenemos que encontrar a Bravante..., coño (postró una última foto, la de la cara de Bravante mediante retrato robot, en la mesa)

Paco, Mariano y Aitor se encuentran en el interior de una tienda. Mariano prueba una cama pero de una manera alocada, botando mientras está recostado encima de ella...

Paco: Mariano. ¡Mariano! (viendo que no le hacía caso la primera vez) ¿Quieres dejar de hacer el pamplinas, coño, que nos van a llamar la atención?

Mariano: Joder, Paco, las camas hay que probarlas, coño, les tienen que durar un montón de años, muchos años. Y Lucas ya sabes que consuma 3 veces al día. Prueba tú esa, pruébala. Pruébala, coño, Paco (le insistía, puesto que Paco se encontraba indeciso. Finalmente, se sentó en la cama a regañadientes)

Aitor: Mariano, que da igual una que otra, y por favor, saca los pies del edredón, que lo estás manchando, coño (Mariano se levantó de la cama donde estaba tumbado)

Mariano: Joder, que no da igual, coño, no da igual. Aquí dice que este colchón respeta el lado individual de cada uno. (leyendo un papel que se hallaba al lado de la cama, donde procedían a detallar sus características) Venga, probadla los dos

Aitor: ¿Cómo?

Mariano: Coño, probadlas, leche, que es un momento, joder, probadlas a-a-a ver si es verdad. Venga, tú haces de Sara y tú haces de Lucas (señalando a Paco cuando se refería a Sara y a Aitor cuando nombró a Lucas) Venga, probadla. (Paco y Aitor fueron a la cama y se tumbaron en ella, con rostros serios, no se encontraban cómodos haciendo aquello) Ahí, ¿qué tal, os respeta?

Paco y Aitor se encuentran probando la cama matrimonial mientras Mariano les observa, pero están muy quietos en el sitio y a Mariano eso no le convence...

Mariano: Esto no es realista, coño, esto no es una forma natural de moverse, moveros más, muévete más a ver si Paco lo nota (Aitor se movió, pero de una forma muy brusca, botando y dando golpes con las palmas de las manos en la cama, tal fue la brusquedad que empleó Aitor, que llamó la atención de un empleado y se dirigió hacia donde estaban Paco, Mariano y Aitor) Paco, ¿tú lo notas?

Paco: No, no lo noto, Mariano (mientras que Aitor daba botes contínuamente en la cama, Paco se mantenía quieto como un roble), no lo noto, pero el colchón no debe ser hi-hipoalergénico porque se me están hinchando a mí las pelotas ya

Mariano: Moveros los dos a la vez, moveros los dos a la vez ahora a ver si aguantan las patas o tenemos que comprar un canapé, venga. ¡Moveros, coño! (apurándoles, observando que ninguno de los dos hacía ningún movimiento. Paco empezó a moverse como si de un pez fuera del agua se tratase, haciendo como si tuviera alguna especie de espasmo y Aitor se movió pero con más naturalidad, sin exagerar tanto sus saltos mientras estaba tumbado)

Empleado de la tienda: Disculpen, si no les molesta esto es una tienda, no un parque de atracciones

Mariano: Una tienda de camas, ¿no?

Empleado de la tienda: Sí

Mariano: Y las camas de toda la vida de dios se han probado, si te vas a comprar un sofá pruebas el sofá, si vas a comprar un kilo de pepinillo te dan un pepinillo para que lo pruebes, pues las camas igual

Empleado de la tienda: Sí

Mariano: ¿O es que el problema es que son dos hombres?

Paco: Mariano, ¿qué tiene que ver la homofobia con el encurtido?

Mientras tanto, en la propia tienda, Silvia y Pepa mantienen una conversación con Sara, referente a su situación sentimental actual, que pasa por una racha un poco desequilibrada...

Pepa: Es que Aitor... Aitor es de esos tíos que... que sudan feromonas. Y cuando te pone las manos en el culo... (hizo un gesto como si agarrara realmente a alguien de su trasero) pues no puedes decir que no. (Sara miró a Pepa con gesto serio, inalterable) ¿Verdad?

Silvia: Pues anda que Lucas... Que te acuestas con él y te levantas con la animia,... ¿verdad?

Sara: Bueno, ya está bien (dijo, hartándole que le dijeran aquellas cosas), ¿no?, no me voy a sentir mejor porque me digáis como os tirasteis a mis dos maridos (se levantó ofuscada y fue a otra parte de la tienda... en la que vio al fondo, en la sección de las camas, a Paco, Mariano y Aitor allí. Se acercó a ellos...)

Aitor: A ver, que esto yo ya-ya lo veo bien, que está de puta madre, venga, vamos, nos la llevamos (se levantó de la cama y cogió su chaqueta de otra cama que tenía al lado)

Mariano: Sí, ¿pero con-con el tapiflé o con el canapé?, porque el precio...

Aitor: Venga, Mariano, no me jodas (interrumpiendo a Mariano), ¿cuánto hay que poner de más? ¿Cuánto? ¿50, 100, 200? (sacando su monedero, viendo cuanto dinero sacaba)

Mariano: A ver, que no, que no, que no, que no, que no. A ver (continuó, cuando finalmente logró hablar él sólo, consiguiendo la atención de Aitor), que no me parece normal que termines pagando tú solito la cama de Lucas y Sara, que... (justo en ese momento Sara llegó a la posición donde se encontraban y escuchó las últimas palabras de Mariano. Este se dio cuenta de la presencia de Sara y la observó, atónito. Sara se marchó de allí rápidamente) Coño, Sara...

En la casa de Paco, este, Mariano y Aitor transportaban, deslizándolas por el suelo, cajas enormes con el símbolo de "Noctalia, Flex", eran muy pesadas como para que las pudieran levantar...

Paco: No, espera, no-no arrastréis, que-que me vais a estropear el parqué, coño

Aitor: Tira, Mariano, coño, tira (llevaban entre él y Mariano otra de las cajas)

Mariano: Pesa un huevo esto, hombre, por dios. Paco, coño, parece un mueble-bar esto

Curtis: A sus órdenes, jefe (entraron tanto él como Kike en la vivienda del inspector, portando varias bolsas y una especie de bolso de los que se utilizan en los aeropuertos para transportar objetos más pesados) El pedido del señor Miranda..., aquí está (el bolso contenía una torre de ordenador. Kike, por otro lado, puso las bolsas al lado de donde estaba situada la torre. Mientras Mariano y Aitor colocaban la segunda de las cajas con la enorme cama en su interior, Paco se dirigió hacia Curtis y Kike, y observó los objetos que habían sustraído de aquella lonja)

Paco: No me lo puedo creer. Pero... ¿se puede saber qué coño habéis hecho?

Curtis: Vamos a ver, jefe, la marisquería está chapada, ¿no?, también tienen derecho a un día libre. Ahora que esa chapita la abre un crío con una(Mariano y Aitor se presentaron allí en aquellos instantes) plastidecor, eh

Paco: Coño... (aunque la palabra fue prácticamente ininteligible, la dijo con la boca cerrada, entrecerrando sus labios y forzando sus dientes)

Curtis: Eh... (un poco asustado por un instante por la reacción de Paco) Usted me pidió la información, ¿no?, bueno, pues aquí está, pedidos, encargos y direcciones de clientes.

Paco: Pues yo me cago en tu puñetera estampa, y en la tuya también (dirigiéndose a Kike en esto último) Os dije que no se allanaba, coño, que todo era legal, que... (se vio interrumpido al ver un centollo sacado por Mariano de una de las bolsas que habían traído de la lonja Kike y Curtis. Paco fue a observar el contenido de las bolsas y vio que también tenían centollos, entre otros manjares) ¿Esto qué es? ¿Qué me has traido, un centollo para que yo lo interrogue?

Kike: Es por el tema de la busa. Es que llevamos doce horas de guardia y ya que estamos pues... (Kike sacó uno de los centollos, que ya estaba medio comido, y le partió una pata para, para acto seguido meterle un bocado)

Paco: ¿La busa? (se fue a lanzar contra Kike, furioso, pero Aitor le sujetó y se lo impidió)

Aitor: Vamos a ver, Paco, Paco, tranquilo, mira, mira, vamos a echarle un vistazo a la CPU (cogiendo la torre del ordenador) a ver que descubrimos y yo que sé, después... Después le podemos echar un diente ahí al centollo (Mariano y Kike estaban comiéndose las patas del centollo y Curtis le tendió a Paco una almeja. Paco la cogió y la olisqueó)

En el bar de los Cachis tiene lugar la siguiente escena entre Pepa y Silvia, que hablan de los preparativos previos a su boda...

Silvia: Oye, ¿y tu paga tú vas a preparar el chaqué?

Pepa: ¿Perdona?

Silvia: El chaqué

Pepa: Te voy a decir una cosita, pelirroja. Los huevos me voy a poner yo un chaqué (dijo, acercando su cara a la de Silvia

Silvia: ¿Ah, no?

Pepa: No, yo voy a ir de blanco y virginal

Silvia: Que guapa (en un tono bajo pero tampoco de manera excesiva como para que Pepa no la pudiese oír)

Pepa: (se dio la vuelta en la silla para dirigirse a uno de los camareros del bar) Perdona, ¿me pones una más de nachos cuando puedas? (el camarero le asintió con la cabeza) Gracias. ¿Y el chaqué por qué no te lo pones tú? (dirigiéndose de nuevo a Silvia)

Silvia: Yo el chaqué... (dijo, en tono irónico) Que va

Pepa: Pero si total, todas ellas ya lo han estrenado (mientras ingería un nacho, le entró la risa. Silvia sonrió)

Silvia: Oye, ¿y tú para qué defiendes tanto a Sara?

Pepa: ¿Cómo que por qué? Pues porque soy su tía. Y empatizo con ella. Silvia, y en la vida hay errores y fantasías y unos los comenten... y otros no (tomó un trago de cerveza)

Silvia: ¿Ah, sí? ¿Y si yo me enrollara con otra? ¿Tú que pensarías? Venga, dímelo, que quiero saberlo. Ya que nos vamos a casar... Venga, dí

Pepa: Pienso que cada uno... se enrolla con quien quiere. Y cada uno elige. Por eso yo me voy a casar contigo (se acercó a Silvia y la besó) Pero te digo una cosa. Si un día me llama Angelina Jolie, yo espero que hagas la lista gorda

Silvia: ¿Angelina Jolie? ¿Esa es tu fantasía? Pero si parece un extraterrestre

Pepa: Gracias (dirigiéndose al camarero, que le había entregado su pedido de nachos a Pepa) ¿Extraterrestre? (contestando a Silvia) Me iba yo a Marte a buscar un extraterrestre

Silvia: Vamos a hacer una cosa. Espérate. Hazme una lista... (sacó de su bolso dos bolígrafos) con tus top five de fantasías. Así sé a que me tengo que enfrentar

Pepa: Pues yo quiero otra (usaron las servilletas del bar a modo de papel para tomar apuntes, tanto Silvia, como Pepa)

Silvia: Vale. ¿Ya? (le dice a Pepa, cuando se percata de que esta ha dejado de escribir en el papel, y por tanto, supone que ha terminado de redactar la lista. Por su parte, Silvia ya había acabado. Pepa le pidió a Silvia la lista con un gesto de la mano, y esta, se la entregó. Pepa le dio su lista a Silvia, y ambas, leyeron las listas)

Pepa: O sea, yo flipo. ¿Casillas, Benicio del Toro, Hugh Jackman...? (Silvia iba asintiendo a Pepa a cada nombre que esta decía) ¿O sea, me has hecho una lista de tus fantasías con todo tíos? ¿Y yo qué soy?, la puta excepción de tu vida ahora, ¿no?

Silvia: No ,espera, espera. Nada, que la he hecho a voleo, la voy a rehacer, eh (cogió de nuevo su lista, quitándosela de las manos a Pepa)

Pepa: Silvia, no

Silvia: Que sí, que sí

Pepa: Si tú sólo tienes fantasías con tíos yo no puedo hacer nada ahí. ¿Entiendes, te entra, que si un día las quieres cumplir yo no puedo ni competir? (Silvia le plantó la lista editada a Pepa en la cara. Esta cogió la lista, molesta. A continuación leyó lo que Silvia había modificado) ¿Leo? ¿Y ahora quién coño es Leo?

Silvia: Leo. La camarera de la taberna

Pepa: ¿Y qué coño tiene Leo?

Silvia: Mmmm... (reflexionando) Mm. (viniéndole a la cabeza lo que quería decir, mientras comía un nacho) No sé, un día... en Abril, estaba agachada, le vi la piel... No sé, la tiene tan pálida así, parece tan suave...

Pepa: ¿Suave?

Silvia: Suave

Pepa: ¿Suave? (dijo otra vez, más enérgica)

Silvia: Suave

Pepa: ¿Me estás diciendo qué tiene la puta hucha suave?

Silvia: Sh. (intentando que se calmara, estaba un poco alterada) Sí

Pepa: ¿Qué mierda es esta, Silvia? (se levantó y se fue cabreada del bar)

Silvia: ¡Pepa! ¿Me trae la cuenta? (dirigiéndose a uno de los camareros en esto último. Acto seguido cogió sus pertenencias y salió tras Pepa)

Paco y su equipo compuesto por Mariano, Curtis, Kike, Nelson y Aitor se dirigen a un coto de caza donde en teoría está Bravante. Su objetivo, localizarle y detenerle. Mariano estaba haciendo unos ruidos con un aparato y a Paco ya le había terminado de hartar el soniquete...

Paco: ¡Ya está bien, coño, deja de hurgar co-co-con el puñetero reclamo de-de-de tórtola, coño, que parecemos una excursión de oligofrénicos!

Mariano: Avutarda, Paco, avutarda macho, y lo traigo para disimular por si vienen los del Seprona, coño (todos continuaron avanzando, y tuvieron que esconderse detrás de un arbusto cuando divisaron un coche peligrosamente cerca de donde ellos se encontraban. Finalmente, llegaron a un terreno muy cerca de la casa objetivo) Joder, Paco... Tenemos ahí a todo el puto comité de la cosa nostra, coño (dijo, tras visualizar un amplio abanico de coches aparcados en torno a la casa)

Aitor: Tiene que haber ambiente ahí dentro, eh

Curtis: ¿Ambiente? Coño, que esa gente masacra y después pregunta

Kike: Y aquí la expedición de mindundis... llamando a la puerta

Mariano: Esto no es pa nosotros, Paco. Esto es más pal CNI o pa la unidad de intervención de los Marines de los Estados Unidos, yo-yo que sé, que... Esto a nosotros nos viene holgao, Paco

Nelson: Si queréis podemos tirar una bomba incendiaria. Pero a una distancia prudencial (añadió, viendo la mirada seria que le ponía Paco. Este observó a todos sus hombres de uno en uno, y asintió con la cabeza cuando se decidió. Se quitó una gorra que tenía puesta)

Paco: Está bien. No os preocupéis, no pasa nada (sacó de una cartuchera muy grande que había llevado a la zona un rifle de asalto con silenciador) Si no queréis entrar... os quedáis en los flancos y cubriéndome la retaguardia. Pero yo voy a entrar a por ese hijo de puta que nos ha puesto una cruz en la frente (cogió un cargador y se lo acopló al rifle)

Aitor: Yo voy contigo, Paco

Mariano: Yo también voy, Paco. Ahora o nunca

Curtis: Yo el primero, jefe. Que coño

Kike: Joder..., y yo también (Nelson por su parte, con un saludo tipo militar, también aceptó ir con Paco, de manera que acabaron aceptando todos ir con su jefe. Todos prepararon sus pistolas y rifles de asalto, sacándolos de diversas cartucheras y bolsas que habían llevado para estar bien armados frente a aquella mafia. Cuando Paco y sus hombres entraron en la casa, rompiendo muchas de las ventanas de la misma, se encontraron con que un puñado de niños se encontraban celebrando un cumpleaños... A la madre de uno de ellos, se le cayó la tarta que transportaba, del impacto que le causó aquel asalto inesperado. Tras un rato de silencio bastante incómodo...)

Mariano: Cumpleaaaaños feeeliiiiiz,cumpleaaaaños feeeeliiiiiz (empezó a cantar la canción del cumpleaños y apuró a Paco con un gesto para que también la cantaran los demás)

Mariano, Paco, Curtis, Kike, Nelson y Aitor al unísono: Te deseeeeaaamos toooodos, cumpleaaaaaños feeeliiiiiz. Bieeeen (hubo uno de ellos que inclusó lanzó un silbido en plan vitoreo)

En la sala briefing de la comisaría, Povedilla, que porta una guitarra, y Mariano, intentan entretener a los niños que han encontrado Paco, Kike, Nelson, Curtis y Mariano mientras hacían una inspección a la vivienda de Bravante, sin lograr localizarle...

Povedilla: (cantaba mientras tocaba la guitarra) En la vieja comisaría, donde trabajo yo. A un perrito detenía por ser un ladrón. Y hace el perrito, guau, guau (algunos de los niños también pronunciaron el "guau, guau", imitando los ladridos de un perro) Y hace la vaquita, mú, mú. En la vieja comisaría donde trabajo yo (Mariano iba dando palmas para darle ritmo a la canción, aparte de ir tocándola con la guitarra el propio Povedilla)

Mariano: Vamos

Povedilla: A un gatito detenía por ser un ladrón. ¿Cómo hace el gatito? (ninguno de los niños tuvo la ilusión suficiente como para responder esta vez)

Mariano: Miau, miau

Povedilla y Mariano al unísono: En la vieja comisar... (se vieron interrumpidos por Don Lorenzo, que entró con la corbata desabrochada y con el pelo despeinado)

Don Lorenzo: Holaaaaaa. Nadie me ha avisado que había un cumpleaños. ¿De quién era el cumpleañooooos? (la niña aludida levantó la mano) ¿Tuyo? (señalando a la niña. Esta asintió con la cabeza) ¿Habéis traído... chucheees? (la niña negó con la cabeza) ¿Noooooo? (imitando sorpresa. Puso una bolsa con diversas golosinas sobre una mesa que tenía a su lado) Pues no preocuparos porque aquí está Don Lorencete, el payaso (puso un tono de voz muy agudo) más majete. ¿Quién quiere un chocolatín? (alzó las manos con tremendo entusiasmo. Alguno de los niños levantaron sus manos y gritaron "yo" , aunque con cierta desgana) ¿¡Quién quiere una piruleta?! (esta vez, los niños que levantaron la mano fueron más, y gritaron con más énfasis la palabra "yo") No sé si habrá para todos. Vamos a jugar a un juego (hablaba todo el rato en un tono infantil, para que los niños no se asustaran) A un juego (Mariano asintió con la cabeza, procurando no perder la sonrisa, aunque le era complicado)

La siguiente escena se desarrolla en la sala briefing, entre Don Lorenzo, Mariano, Povedilla y los niños, hijos de los mafiosos de la camorra napolitana. Don Lorenzo había propuesto a los niños jugar a un juego, que estaba a punto de comunicar a los niños qué juego era...

Don Lorenzo: A "quién es quién". Y al que gane le doy... 100. Música, maestro (le dijo indirectamente a Povedilla, y este, haciendo caso a su comisario, empezó a tocar nuevamente la guitarra, que había dejado de tocar cuando hizo acto de presencia Don Lorenzo en la sala briefing) Le canto un caramelo, le canto una moto, para el niño que me diga... ¿quién es este de la foto? (iba hablando, pero en tono cantarín, mientras Povedilla tocaba la guitarra. Dos niños levantaron la mano ante la pregunta de Don Lorenzo) Tú (señalando a uno de ellos)

Niño: ¡Es Raul, el jugador del Real Madrid!

Don Lorenzo: ¡Muy bieeeeeen!

Mariano: ¡Bieeeeen! (dijo él también, mientras aplaudía. Alguno de los niños aplaudió al privilegiado, y también Povedilla se ofreció a aplaudir, contento, dejando de tocar la guitarra)

Don Lorenzo: ¡Chocolatíiiiin! (Povedilla le dijo mediante gestos a Mariano qué era lo que pasaba, pero Mariano adoptó un gesto de incomprensión. Don Lorenzo, en el momento de la entrega al niño de su premio, se rió como si fuera uno de aquellos niños) Muy bien, ¡muy bieeeeen! ¡Vámonos con la segunda, maeeeeestro! (Povedilla volvió a tocar la guitarra y en esta ocasión, cantó junto a Don Lorenzo) ¡Regalo caramelos, regalo una moto, al niño que me diga, quien es este de la fotoooooooooooo! (sacó una nueva foto del bolsillo de su chaqueta) ¿¡El de la fotooooooooo!? (uno de los niños, diferente al de la anterior vez, levantó la mano, listo para contestar)

Niño 2: ¡Es el tío Andreoti!

Niño 3: Sí, el tío Andreoti, vive en Salerno

Mariano: ¡Muy bieeeeeen! (aplaudió a los niños acertantes)

Don Lorenzo: ¡Bieeeeeen! (le entregó una piruleta al niño que acertó primero) Chicos, muy bieeeeeen. Bieen, y ahora, atento todo el mundo (giró un instrumento que tenía anclado en el mismo el organigrama que representaba una especie de árbol genealógico entre familias de la camorra napolitana, formando entre sí lo que se conocía como mafia moderna) ¿¡Quién es quién?! (los niños, emocionados, empezaron a decir nombres a diestro y siniestro, gritándolos, confundiéndose sus voces entre sí, ya que hablaban todos a la vez y no era nada fácil entenderles...)

Por esta semana esto es todo en las frases cómicas, más numerosas que en capítulos previos referentes en esta ocasión al episodio 101, "Todo por lo legal", espero que hayan sido de su agrado. Las frases dramáticas irán expuestas en próximos días.

Saludos, paqueros/as

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Sobre este blog...

En este blog, irán situados análisis principalmente de capítulos de la serie de \"Los Hombres de Paco\", pero también, a medida que vaya pasando el tiempo, implantaré análisis de otras series de éxito y que también me han acabado enganchando. Los análisis irán retractados mayoritariamente hacia mis gustos particulares sobre la serie, intentando ser lo más objetivo posible, analizando las situaciones que se hayan dado en el episodio en cuestión, explayándolas. En cuanto a analizar series se refiere, las analizaré en su conjunto, sin entrar en detalle sobre cada una de las temporadas, sino sobre la serie completa en sí misma. Por último, agradecer a Formula TV esta iniciativa de los blogs, y espero que mis aportaciones sean de su agrado
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